domingo, 9 de enero de 2011
Trágica pérdida.
Esta mañana me he levantado muy soplada... he ido al baño, he hecho pis, me he lavado la cara...lo típico. Cuándo iba a ponerle de comer a Cristofer Robin, un pez, me he percatado de que no se movía. Metí el dedo en el agua para ver qué hacía, ¡y nada! No se movía. Me llevé un chasco tremendo. Una tristeza que me entró cuando lo vi muerto, se me pasó por la cabeza hasta el hacerle el boca a boca al pobre animal. Nada le di el último adiós y lo arrojé por el vater. Mi madre me comprará otro, pero ninguno más como él.
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Qué sepas que cuando pasó lo del incidente de mi hermana con mis peces, yo... en mi arrebato de ira e inocencia, sí que les hice el boca a boca, pero acabaron en el mismo sitio que Cristofer Robin.
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